miércoles, 21 de diciembre de 2011

NEUROTICONES

UNA REFLEXIÓN EN CÍRCULO


Creo que el círculo está de moda. Es un concepto que nos remite a considerar el centro como el lugar donde convergen todos los radios de todos los puntos posibles que conforman la línea demarcatoria del límite del circulo, dejando afuera todo aquello que no está en el círculo. Por eso se forman círculos por todas partes y conforme a todas las actividades sociales posibles. Está el círculo de amigos que chupan cerveza y otras bebidas edificantes  y terminan habitualmente  en el círculo de alcohólicos anónimos y que se llama anónimo para que no sean identificados los choborras que allí asisten; y así podríamos identificar infinitos círculos con distintos nombres pero matemáticamente iguales. Y ya entrando en honduras más filosóficas encontramos la totalidad de lo existente que también se graficó como un círculo, lo mismo que los huevos de Venn (no confundir con huevos testiculares) y que fueron para identificar a la doctrina de los conjuntos y que en el colegio te hacían hacer los círculos en el cuaderno y vos íntimamente te preguntabas ¿que corno será esto ?y como eras irresponsable terminabas haciendo algo relacionado con eso pero que no tenían nada que ver con los conjuntos. Por eso amigo lector,  tratemos de seguir haciendo círculos y no tomar el camino de la línea recta que al final no te lleva ninguna parte y por línea general te vas a los caños apartándote de lo originario cada vez más, como dirían los defensores del mito. Por eso esta civilización está tomando el considerar a la historia como un círculo y ya se habla del eterno retorno, o sea que no hay nada nuevo bajo el sol sino una mera repetición de lo ya dado,  empezamos en un punto y terminamos en el mismo punto luego de andar dando vueltas en círculo.
                   Bueno espero que esto no los haya aburrido y  concluido en un círculo vicioso  y como se podrá apreciar si en una época las camas eran rectangulares y  hoy en día han pasado a ser camas redondas (sin segundas intenciones.)
Como no releo lo que escribo sepan perdonar si hay algún desliz terminológico que contenga algún significado que pueda ser interpretado como no apto para menores de 12 años o bien que pueda ser interpretado como una gran estupidez tomada desde el punto de vista literario.
                                 EL ÉTOR.

viernes, 16 de diciembre de 2011

AQUÍ ME PONGO A CANTAR


Inmensurable don el de nacer
Entre tantas otras cosas…

La soledad debería ser una especie de la paradoja

Sin embargo…

La vida, esa eternidad in media res,
Se disfraza para burlar al inefable
 fin,
Y fabrica
trajes de olvido
Sobre el cuero deforme del origen

Así erige,
En la trabajosa, incesante, tarea
De cubrir con ademanes de cera
El rostro urgente del sol que nace cada día,
La belleza
En una flor, por ejemplo,
Para el alivio
en el templo
De la no vencida muerte.
***

¿Donde se oculta lo real
Con su natural forma de no ser?
En el fondo de qué suspiro vital
Palpita
La muerte.

LA CHECHU



LLUEVE


De todos modos
La lluvia acontece
Sobre el cabal testimonio de  la piedra
Y la moja
Aunque no quiera

¿Qué caprichosa
Desmedida resistencia
Le haría frente al sagrado
Dominio de la naturaleza?

Lo que es
Es
Existencia

Algo asi
Como
El unánime deseo del cosmos
Se manifiesta
En la lluvia
(Cuando llueve)
Con toda su inodora
Incolora e insípida
Certeza
De agua clara que no cesa
De caer.

Desdichado aquel
que seco
en la dura costra de su intransigencia
o en el desquicio del dolor acobardado
permanezca
porque mundo nunca será
como quisiéramos.

 LA CHECHU

NEUROTICONES

LA SOLEDAD

Fue un despertar tal vez no buscado. Caminaba solitario por la playa y de pronto surgió en mí un anhelo de empezar a participar del mundo errante de mis pensamientos. ¡Qué raro era percibirse en ese estado de autoconciencia! Es como si el mundo interior se trastocara y ese barullo de ideas, recuerdos, imágenes, que hasta esos momentos conformaban una parte constitutiva con la propia conciencia, pasaba en un instante a ser
el objeto mismo de la contemplación. Era mi mundo y yo en ese mundo. Ese espacio íntimo abierto se constituía a no dudarlo, en un profundo misterio del cual no sólo me permitía vincularme con el mundo circundante, sino también abismarme en mi propia experiencia y ser un punto de mira, donde lo otro era mi propia existencia vivida, reflejada como en una pantalla que llevaba adherida conmigo y que podía hacerla
presente en el momento que me lo propusiera. Ese acto consciente me estimuló para ulteriores incursiones en esos estados de conciencia que llevaban a imaginarme la conciencia, como un infinito océano y que en sus profundas aguas navegaban como veleros, pensamientos, algunos concretados en conceptos abstractos, otros involucrados con imágenes y símbolos de cosas y hechos vividos en otros momentos y que se resolvían como recuerdos evocados en este presente con algo de cinematográfico,
integrando a la par mi entorno rodeado de un renovado mar ahora real y no imaginado, que se perdía en el horizonte mientras una fina arena se resbalaba como una tenue caricia entre mis manos. En esos instantes de éxtasis me sentí transportado a un mundo del cual era partícipe y al mismo tiempo fantaseado por un yo duplicado en una ilusión pero que no dejaba de tener mi propio sello personal. Luego todo se escurrió repentinamente en un loco frenesí de ruidos que llegaron de un aparato electrónico que trastornó el ambiente. Era lo desigual de ese otro orden no buscado por mí, y que me despojaba de mi cosmos solitario en el cual estaba sumergido y habitando silenciosamente en lo más profundo de mí ser. Y en un instante llegué a comprender que en la soledad las experiencias psíquicas se funden en una totalidad armoniosa y
placentera, pero pasan a ser partículas de cenizas que se incineran con el contacto de otros mundos situados en diferentes centros de conciencia disímiles del mío. Seguí caminando pero el punto de vista fue otro.

EL ÉTOR